La caza de los sin imaginación

Publicado el: 1 noviembre de 2024 a las 12:02 pm


Era una noche sombría y silenciosa en una agencia de marketing donde llegaban clientes que se enorgullecían de ser prácticos y sin “ideas raras”. Les gustaba lo seguro, lo predecible y, sobre todo, mantenerse lejos de cualquier cosa que oliera a creatividad.

Pero esa noche, mientras el reloj marcaba la medianoche, un susurro helado comenzó a llenar el aire. Al final de una sala de juntas, una figura sombría se materializó, balanceando su guadaña y silbando una canción que parecía una mezcla de viento y peligro. Era Lobo, la personificación de la muerte en busca de algo más: aquellos que huían de la creatividad y se refugiaban en la rutina.

Se decía que Lobo tenía un talento especial para detectar las mentes que se habían cerrado. A medida que avanzaba, los clientes comenzaron a notar su presencia: una sombra alta, con ojos rojos y un diente brillante que asomaba bajo una capucha negra. Aquel que no encontraba inspiración en nada, que no soñaba o evitaba experimentar, era su presa.

A cada empresa que visitaba, dejaba una pista críptica en los espejos empañados, siempre un mensaje distinto: “Piensa diferente” o “Suelta tu imaginación”. A quienes se negaban a escuchar, los arrastraba al mundo de sus peores pesadillas creativas, donde las ideas fluían descontroladas, obligándolos a enfrentarse a su propia falta de ingenio.

Una noche, justo cuando Lobo estaba por mandar su correo de salida, un joven alzó la voz, declarando que quería intentar ser creativo. Con una sonrisa torcida, Lobo le palmeó el hombro y desapareció en la noche, dejando el eco de sus pasos como un recordatorio de que la creatividad no es algo de lo que puedas escapar.

Por Luis Fer